1 de mayo de 2012

SIC#58 se quedó para siempre en Sepang

[Post Rescatado del antiguo blog. 24/10/2011]
Me repatea inaugurar ésta sección del blog con una noticia tan pésima cómo ésta. Es algo que vemos pasar cada fin de semana que hay cita en nuestro televisor (los que no tenemos la suerte de ir a los circuitos) pero nunca creemos que pasará. Para mí, y me consta que muchísima gente más a nivel mundial, MotoGP forma parte de mi vida, de mi día a día.
No importa si hay entrenamientos o carreras de madrugada porque no faltamos a la cita, ni importa si son por la tarde o por la noche. Estamos ahí sin falta porque nos encanta derrochar nuestra adrenalina a través de los pilotos, animándolos vuelta tras vuelta, celebrando las victorias como si fueran nuestras y apoyando en los momentos duros de éste gran deporte. Pero nosotros no corremos riesgo alguno, ellos se juegan la vida encima de su moto. La suya y la de sus compañeros. Y en éso no solemos pensar.

Éste año ha habido muchas bajas por lesiones, creo que de los que más. Y la mayoría han salpicado a los nuestros. Nos ha dolido a nosotros, hemos sentido que alguien muy cercano pasaba por quirófano una vez más, hemos apoyado su recuperación como si fuera un amigo de toda la vida, aunque realmente no los conocemos. Lo único que sabemos de ellos es lo que dicen a través de la prensa y lo que nos demuestran sobre su moto. Y sólo eso nos basta para saber que forman parte de nosotros. Que los querremos y apoyaremos pase lo que pase. Es algo extraño, pero precioso.
Pero ayer todo cambió. Vimos la peor cara, una vez más, de éste deporte tan precioso como peligroso. El GP de Malasia del 2011 será recordado mundialmente con una gran mancha negra que nunca se borrará del asfalto de Sepang. Millones de personas lloran el terrible suceso que ayer todos vivimos allí. Y durante todos los demás Grandes Premios que nos quedan por delante, habrá alguien a quien al pasar lista pondremos falta. Faltará un chico de 24 años con toda la vida por delante, apasionado por su trabajo. Criticado infinidad de veces, agresivo, competitivo, directo, libre. Sólo hacía falta verle encima de la moto para saber que en ése instante su corazón sonaba a modo de motor. Recuerdo cuando competía en las categorías inferiores el choque visual que daba verle encima de la moto, él, tan grande y esas piernas tan largas... Que no entendías como podía pilotar si no cabía en la moto... Y su melena rizada gigante, que tampoco comprendías cómo podía ponerse el casco, hasta que éste año TVE nos enseñó cómo lo hacía.

Llevamos años siguiendo su trayectoria y cuesta mucho trabajo imaginar cómo será ahora la parrilla sin él. Como todos sabéis, hablo de Marco Simoncelli. Italiano de pura cepa. Se le veía como un tipo campechano, divertido, amigo de sus amigos. En su trabajo se transformaba y se fusionaba totalmente con la moto. Cometió algún que otro error pero también nos ha dado grandes momentos, poniéndole su salsa a muchísimos Grandes Premios, emocionándonos y sintiendo las carreras al 100%. Algunos de sus actos mucha gente aún no los ha olvidado y se han atrevido a justificar con ello lo que pasó ayer, algo penoso. Personalmente, no ha sido santo de mi devoción, y para nadie es un secreto. Pero eso no quita que pueda alegrarme de una tragedia así, ni mucho menos pensar que se lo mereciera o que su manera de ser sea una justificación a semejante atrocidad. Nunca creí que pudiera derramar una lágrima por él, pero la crudeza de ésta vida me demostró que lo haría y me ha dolido mucho que se haya ido. En momentos como los de ayer, el mundo del motociclismo recordó una vez más, que aunque en carrera sean "enemigos", fuera somos una piña. Los que tenemos dos dedos de frente y no nos gusta hacer leña del árbol caído, olvidamos todo lo que había alrededor de Marco, los rumores, resquemores y lo que hubiese hecho anteriormente. Todos estábamos con él, deseando que lo que nuestra cabeza nos decía no fuera verdad. Esperando a que su cuerpo suministrara una vez más toda su fuerza y energía para que se levantara. Pero por desgracia, no sucedió.

Unos minutos antes le veíamos con una toalla tapándole la cabeza por el bochorno que se colaba en la parrilla de salida, con su gran sonrisa, su expresivo rostro y anunciándonos su página web. No estaba nervioso y no tenía miedo, estaba sobre su #58 y allí se sentía a salvo de todo. La carrera comenzó dándonos muchísimo juego por su lucha con Álvaro Bautista. De manera limpia, mostrándonos que era un buen piloto y que estaba allí por su trabajo. Dos vueltas más tarde el juego terminó. Apareció de inmediato la bandera roja que paraba la carrera. La mayoría de los pilotos no sabían porqué. Pero toda la afición lo vimos en directo y Edwards y Rossi, algo más que en primera fila. Las imágenes eran debastadoras, tuve que verlas muchas veces ayer para ver que era cierto y espero no volver a verlas nunca más. Sin saber qué hacer ni qué decir. Callando nuestra vocecita interior. Paralizados. Intentando ser positivos y confiando en que el nervio de Sic le hiciera volver en sí y correr hacia su moto. Pero no fué así. Los minutos de después fueron horribles hasta que la triste noticia recorrió el mundo en un segundo. Sin respiración y un vacio horrible en el estómago. Marco Simoncelli se quedó para siempre en Malasia, en el circuito de Sepang. Había quién decía que le gustaba el espectáculo y ser el centro de atención, pero apuesto que nunca querría serlo de nada parecido a lo que vivimos ayer. Le quedaba mucho por enseñarnos. 23 de octubre, un día difícil, gris y triste. Por última vez nos hizo sentir que la ropa no nos llegaba al cuerpo, pero no como él solía hacerlo. El sentimiento común era retenerlo pero aunque pareciera un súper héroe y siempre digamos que los pilotos están hechos de otra pasta, su cuerpo le venció y no pudo soportarlo.
No sé si puedo llegar a saber la sensación que recorría en su padre dentro de la clínica viendo lo que estaba pasando, la de su novia fuera sin saber qué estaba pasando, la de su familia en casa viendo lo mismo que nosotros, la de Edwards con un hombro dislocado a causa del accidente que viendo lo que veía no sé qué le dolería más, o la de Rossi que le consideraba un hermano pequeño y estaba presente en ese preciso momento.

Si los que no le conocíamos nos sentíamos tan sumamente mal... ¿Cómo estarían ellos? Es algo muy fuerte. No lo esperábamos. Y no sé cuánto tiempo tardaremos en admitir que Sic no nos acompañará en los circuitos ni dando guerra en las ruedas de prensa. Se va a notar mucho su ausencia y todos le echaremos de menos, muchísimo.

El consuelo que creo que todos nos damos es que al menos sucedió haciendo lo que más le gustaba, y personalmente creo que sonriendo. Seguro que la lucha con Bautista y ver que estaba entre los cinco primeros le dejó irse con una sonrisa perpetua. Realmente no nos calma, pero no podemos hacer nada más. Sólo decirle que nadie le olvidará, que en cada circuito siempre habrá algo que nos recuerde a éste tipo tan peculiar, que en muchas ocasiones nos enseñó a disfrutar la vida de una forma valiente y sin miedo. Marco, ésta mañana me he despertado pensando en la horrible pesadilla que había tenido en forma de #58 pero sólo con abrir el twitter me he dado cuenta que era una realidad. No puedo creer que alguien de mi misma edad y con tanto futuro por delante se vaya así de rápido. Supiste hacerte un hueco en cada uno de nosotros y eso no se olvida. Muchísima gente te echa ya de menos y el mundo te está llorando y éso sólo sucede cuando se es grande. Eres gigante, estés dónde estés... Siempre con nosotros!

Desde luego, aprovecho para dar mi más sentido pésame a toda su familia, amigos y aficción. Y decir a sus compañeros que desde luego han demostrado serlo, que le ayudaron a ser él en cada carrera y gracias a ellos, se ha ido sonriendo. Estoy segura.
Os dejo el link directo a ésa nueva web que nos recordó por última vez y si queréis despediros de él podéis mandar un email a ciao@58marcosimoncelli.it
Me despido con la última vez que le vimos siendo él, la foto que nos recordará quién ES Marco Simoncelli. #58 Gracias por habernos enseñado tu forma de ver tu pasión, por compartirla con nosotros... Y por haber formado parte de ésta gran familia motera! Siempre estarás ahí, carrera tras carrera. Siempre #58. R.I.P


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...